INTRODUCCIÓN

El cuerpo humano es una fuente natural de este tipo de energía, que se producida por la fricción constante con la ropa o, incluso, el aire.
Por eso, es recomendable que tome ciertas precauciones. Lo más importante antes de manipular cualquiera de los componentes del PC es descargar su electricidad. Para ello bastará con que toque una pieza metálica que esté en contacto con el suelo (el protector de una toma de corriente o la caja del PC serán suficientes).
Sin embargo, es recomendable que use un cinturón especial para descargar la energía estática. Estos elementos cuentan con un dispositivo de polo a tierra que se desprende de uno de sus lados.  Antes de proceder con el acoplamiento del ventilador del procesador, es recomendable aplicar sobre el componente una pasta térmica o una almohadilla disipadora, que permitirá transferir el exceso de calor del chip para maximizar la efectividad del sistema de enfriamiento. De hecho, la ausencia de un conductor de este tipo puede repercutir en fallas de la operación del elemento. Esto se debe a que, sin la pasta o la placa, la más pequeña desalineación en la superficie del contacto con el ventilador o cualquier partícula de polvo perdida en el chipset dificultará la eliminación de calor. Además, la pasta se encarga de cubrir las ondulaciones microscópicas que existen en la superficie del cerebro digital. 
La mayoría de las torres pueden abrirse por ambos lados para dejar ver la fuente de energía y los cables que se desprenden de ella. Un cable externo de poder, que permite conectar el equipo a una toma, y varios tornillos completarán la pieza. 
Para empezar, retire las cubiertas de la caja y acuéstela de lado en el suelo, de manera que sus ranuras traseras queden perpendiculares a la superficie sobre la que descansa. Identifique el espacio reservado en la torre para la tarjeta madre (generalmente, el compartimiento más grande).  Tome el componente, colóquelo en el lugar indicado y atorníllelo hasta que quede seguro. No olvide que las bahías PCI deben quedar ubicadas frente a las ranuras posteriores de la carcasa, pues allí se instalan los puertos que permitirán conexión de dispositivos externos.
En la mayoría de los casos, la caja cuenta con más agujeros para tornillos de los necesarios, así que no se asuste si, después de puesta la tarjeta, alguno se queda vacío. La localización de dichos orificios es estándar y suele adaptarse a todas las moterboards del mercado, por lo que no deberá forzar ningún ajuste. De lo contrario, podría dañar irremediablemente la pieza. A continuación, tome el procesador e insértelo en su contenedor (lo identifica porque tiene forma de marco cuadrado, generalmente blanco o amarillo, y se encuentra cerca de las bahías PCI). Para hacerlo, levante la pequeña palanca localizada a un lado de la ranura. Si observa la cara inferior del chip, notará que un pin parece faltar en una de sus esquinas. Asegúrese de alinear ese ángulo con la arista del contenedor en la que falta un agujero. Los componentes han sido diseñados de manera que esas marcas permitan asegurar el procesador en la dirección indicada. Ambas piezas deberían ensamblarse delicadamente, sin necesidad de ejercer presión. Si esto no sucede, y usted está seguro de haberlas alineado correctamente, es posible que uno de los pines del chip se haya doblado. De ser así, enderece el pin con unas pinzas o un destornillador pequeño y vuelva a intentar el proceso. En cuanto el componente se encuentre seguro en su compartimiento, baje la palanca para asegurarlo. 
El mantenimiento del computador es aquel que debemos realizar al computador cada cierto tiempo, bien sea para corregir fallas existentes o para prevenirlas. El periodo de mantenimiento depende de diversos factores: la cantidad de horas diarias de operación, el tipo de actividad (aplicaciones) que se ejecutan, el ambiente donde se encuentra instalada (si hay polvo, calor, etc.), el estado general (si es un equipo nuevo o muy usado), y el resultado obtenido en el último mantenimiento. Una PC de uso personal, que funcione unas cuatro horas diarias, en un ambiente favorable y dos o menos años de operación sin fallas graves,  puede resultar aconsejable realizar su mantenimiento cada dos o tres meses de operación, aunque algunas de las actividades de mantenimiento pudieran requerir una periodicidad menor. En cambio si la PC se usa más de 4 horas diarias, tiene mucho tiempo de operación, se recomienda hacer un mantenimiento por lo menos una vez al mes. No debe considerarse dentro de esta actividad la limpieza externa y el uso sistemático de cubiertas protectoras de polvo, insectos y suciedad ambiental, ni tampoco la realización de copias de seguridad (backup), o la aplicación de barreras anti-virus, proxies o cortafuegos (firewalls) que dependen de las condiciones específicas de operación y entorno ambiental.